¿Sabías que 3 de cada 10 empleos que se crearon en Argentina en el último año pertenecen al sector informal? Sin dudas, esto refleja una de las grandes problemáticas del mercado laboral del país.
Para las empresas es importante conocer el estado del mercado laboral en el que están operando. En el caso de Argentina, como la inmensa mayoría de los países, todavía se encuentra lidiando con las consecuencias de la pandemia. Sin embargo, muchos de sus problemas son estructurales y se vienen padeciendo desde mucho antes de la crisis sanitaria.
Si querés entender el estado actual del mercado laboral en Argentina, es importante que conozcas cuál fue su evolución en los últimos años y cuáles son sus principales problemas.
Además, también es clave comprender el rol de la mujer en el mercado laboral en Argentina y cómo se vive la brecha de género en el país. A continuación, te contamos todo esto ¡y mucho más!
Tabla de contenidos
¿Qué es el mercado laboral?
Antes de comenzar a hablar de la evolución del mercado laboral en Argentina, queremos definir qué es el mercado laboral. Básicamente, se trata de la unión de la oferta y la demanda de empleo en un país o área geográfica determinada. En otras palabras, es el punto de encuentro entre el empleo disponible y la fuerza laboral en búsqueda activa de trabajo.
Otra forma de definirlo consiste en verlo como un espacio donde las empresas o empleadores ofrecen oportunidades de empleo y las personas disponibles van en busca de ellas.
Dentro de cada mercado laboral existen dinámicas particulares que configuran una forma específica para cada mercado de trabajo. Por ejemplo, en el caso de Argentina, veremos a lo largo de este artículo que en los últimos 20 años se produjeron transformaciones significativas en la generación de empleo. El objetivo de nuestro artículo es entender cuáles son esas particularidades.
Pero antes de eso, es importante saber en qué consiste el funcionamiento del mercado de trabajo.
¿Cómo funciona el mercado de trabajo?
En principio, el mercado de trabajo funciona bajo la ley de oferta y demanda. Esa es la base de todo. Esto implica que empleadores y trabajadores deben negociar para llegar a un acuerdo. Por ejemplo, para fijar salarios o condiciones laborales.
Muchas veces, esas negociaciones van más allá del vínculo de un único trabajador con la empresa y es cuando intervienen los sindicatos, mediante las negociaciones colectivas. En estas se fijan estándares de derechos laborales para un determinado sector o industria.
Precisamente, en Argentina a estas negociaciones se las conoce como paritarias y, por lo general, se realizan en el primer trimestre del año para fijar los incrementos salariales para el sector que corresponda.
Claro que no podemos obviar a otro importante actor en el mercado laboral: el Gobierno. Este, mediante las leyes laborales que promulga, se encarga de regular el funcionamiento del mercado de trabajo. Así, las decisiones que se tomen en las negociaciones entre empleadores y trabajadores siempre deben ceñirse a lo que dicta la ley.
En el caso de Argentina, la norma laboral más importante es la Ley de Contrato de Trabajo Nº 20.744 (LCT). De hecho, lo primero que se establece en este cuerpo legal es que todo contrato laboral y relación de trabajo en el país se rige por dicha ley. Esto sumado a las leyes y estatutos profesionales, las convenciones colectivas, la voluntad de las partes y los usos y costumbres.
Es importante tener en cuenta esto porque para comprender el estado actual del mercado laboral en Argentina la ley no puede quedar al margen. El presente en materia laboral en el país está estrechamente vinculado a las regulaciones que recaen sobre el empleo. Y, sin dudas, la LCT es la principal norma a considerar para el análisis.
Estado actual del mercado laboral en Argentina
Según datos de la última Encuesta Permanente de Hogar (EPH) del Indec, en Argentina hay 29,2 millones de personas dentro del mercado de trabajo. De esa cantidad el 47,6% pertenece a la Población Económicamente Activa (PEA). Lo que representa un total de 13,9 millones de personas. La PEA se conforma por individuos con una ocupación o que, sin tenerla, la buscan activamente y están disponibles para trabajar.
Por otro lado, el restante 52,4% pertenece a la Población Inactiva, es decir, todos aquellos individuos que no tienen empleo y tampoco lo buscan activamente. Estos representan 15,3 millones de personas.
Asimismo, hay otros indicadores recientes que reveló la encuesta del Indec:
- La Tasa de Actividad, valor que mide el porcentaje de la población activa en el mercado laboral (con trabajo o en la búsqueda). Esta fue del 47,6%, creció 0,9 puntos porcentuales.
- Por otra parte, la Tasa de Empleo, que se ocupa de medir la proporción de personas ocupadas con relación a la población total, se ubicó en un 44,2%. Esto indica que creció en 1,3%.
- Mientras que la Tasa de Desocupación se ubicó en el 7,1%, en contraste con el 8,2% que había revelado la última encuesta.
Por lo general, la tasa de desempleo suele ser uno de los indicadores más importantes, porque refleja la salud del mercado laboral. En este caso, el descenso en la tasa de desempleo se debe a que muchas personas consiguieron trabajo. Algo que suena alentador, ya que en otras oportunidades las cifras habían reflejado que una parte de la fuerza laboral simplemente dejó de buscar empleo.
Ahora veamos en detalle las características de la PEA para entender qué hay detrás de la población activa en Argentina.
Características de la Población Económicamente Activa en Argentina
Enfocándonos en la PEA hay muchos datos que revelan en gran medida los principales problemas del mercado laboral argentino. Este segmento se conforma con todas las personas que están en condiciones de trabajar y quieren hacerlo, ya sea que tengan o no un empleo.
Los últimos resultados del Indec reflejan que 12,9 millones de personas son lo que se llama “ocupados”, individuos que tienen al menos una ocupación. 1,0 millones de personas están desocupadas. Son Individuos que no tienen ocupación, buscan trabajo activamente y están disponibles para trabajar.
Las personas ocupadas se dividen de la siguiente manera:
- 72,5% es asalariada. Ese porcentaje representa 9,4 millones de personas que trabajan bajo patrón.
- 62,6% de estos trabajadores, es decir 5,9 millones, cuenta con prestaciones laborales, seguridad social y descuento jubilatorio.
- 37,4% de esta población, es decir, 3,5 millones de personas, no cuenta con descuento jubilatorio. Esto quiere decir que son empleados no registrados, sin acceso a los derechos laborales básicos, que trabajan en la informalidad y, por tanto, en la precariedad laboral.
- 27,5% son no asalariados. Estos son los trabajadores sin empleadores que representan 3,6 millones de personas. De ese total, el 23,5% trabaja por cuenta propia, el 3,5% pertenece al sector patronal y el 0,5% trabaja en el ámbito familiar, pero sin remuneración.
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Problemas del mercado laboral argentino
Puede que las cifras y los porcentajes no revelen demasiado por sí mismos. Para entender por completo el estado actual del mercado laboral en Argentina es importante conocer cuáles son sus problemáticas. Las principales son:
Precariedad laboral
Si analizamos la evolución del mercado laboral en Argentina en las últimas dos décadas veremos lo que caracteriza con más claridad la situación actual.
Según un artículo publicado en el Diario Perfil, entre 2003 y 2011 el promedio anual de puestos de trabajo generados en el país fue 391.000. De ese total, el 80% correspondía a asalariados registrados. Es decir, empleos formales con todas los derechos que garantiza la ley.
En el período siguiente, entre 2012 y 2019 el promedio anual fue de 217.000 puestos de trabajo, pero solo el 1%, es decir uno de cada cien, correspondió a empleo registrado.
De esta manera, desde el 2012 el empleo informal no para de crecer en el país, lo que se constituye hoy como uno de los problemas del mercado laboral argentino considerados estructurales. Por eso al inicio de este artículo decíamos que va mucho más allá de la pandemia. Esta no hizo más que recrudecer las dificultades con las que ya se venía lidiando.
La precariedad laboral en Argentina hoy se traduce en trabajadores que no cuentan con: cobertura de servicios de salud, aportes jubilatorios al Sistema Único de la Seguridad Social y cobertura del seguro obligatorio de accidentes laborales (ART).
También se ve representado por el talento con relaciones de trabajo sin garantía de continuidad. A esto se lo conoce como “changas”, que generan inestabilidad e incertidumbre en la vida de estos trabajadores.
Asimismo, la precariedad laboral se manifiesta como la falta de amparo ante las negociaciones salariales. Al crearse relaciones de trabajo al margen de lo que dictamina la ley, los empleados pierden toda protección y eso incluye la vinculada a la remuneración. De esta forma, muchos trabajadores cobran sueldos que apenas alcanzan el salario mínimo o incluso están por debajo de este.
Limitada recuperación del salario real
Durante este año se habló mucho de trabajadores empobrecidos. Estos son los empleados que aun dentro del sistema formal y el empleo registrado no llegaban a fin de mes.
A raíz de las tasas de inflación elevadas registradas a lo largo de todo el 2022 el crecimiento del salario dejó sabor a poco. De hecho, en el periodo de febrero 2021 a febrero 2022 la remuneración promedio de los trabajadores registrados creció un 53.7%, contra una inflación acumulada del 52.3% para dicho periodo.
Ya en la primera mitad del año la remuneración promedio de los trabajadores registrados creció un 37,56%, un 1,27% más que la inflación acumulada ese mismo mes.
Para concluir el año el Gobierno, a través del índice Ripte que elabora el Ministerio de Trabajo, indicó que el sector laboral formal privado habría terminado el 2022 con una ventaja de 2,9% frente al Índice de precios al consumidor (IPC).
Algunas consultoras privadas aseguran que el balance puede haber resultado en un empate o incluso una caída de los salarios en relación a la inflación. Lo cierto es que si nos regimos por los valores oficiales, la ventaja de los ingresos de los trabajadores del ámbito formal sigue siendo muy pequeña.
En el caso de los trabajadores informales, el balance es claramente desfavorable. De acuerdo con el informe de Salarios que elabora el Indec, mientras que la inflación acumulada hasta octubre del 2022 fue de 76,6%, la remuneración de los empleados no registrados creció tan solo el 54,6%. Es decir que los ingresos de esta fuerza laboral quedaron 22 puntos porcentuales por debajo.
Discriminación laboral la mujer en el mercado laboral en Argentina
El espíritu de época se refleja en los discursos que hablan de igualdad e inclusión en el mercado de trabajo. Así, la tasa de ocupación de la mujer en el mercado laboral en Argentina debería haber crecido considerablemente. Sin embargo, la realidad es otra.
Un informe de la Dirección General de Estudios y Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo reveló que durante el último año la brecha de género llegó a su punto máximo en los últimos 10 años.
El primer indicador que se tuvo en cuenta para sacar esta conclusión es el ingreso promedio de las personas ocupadas. Así se encontró una diferencia del 27% entre los salarios de los hombres y las mujeres, en favor de los primeros.
Por otra parte, la desocupación de la mujer en Argentina también es otro de los puntos que refleja la desigualdad. En principio, porque la tasa de mujeres sin empleo en búsqueda activa es más alta.
Además de ello, según datos del Ministerio de Trabajo, el 33,5% de las mujeres que se encontraban desocupadas en el primer trimestre de 2022 llevaba más de un año buscando trabajo, mientras que el 10% llevaba entre 6 y 12 meses.
Por su parte, solo el 22,8% de los varones desocupados llevaba más de 12 meses buscando empleo. El 61,5% llevaba menos de 3 meses buscando trabajo. Lo que refleja que ellos consiguen empleo más rápido.
Finalmente, para mostrar cómo opera la brecha de género en el mercado laboral de Argentina vamos a mencionar el tipo de trabajo. En este caso, el 31,2% de las mujeres trabajadoras realizan tareas que no requieren calificación, en tanto que los hombres que desarrollan esa clase de actividades desciende al 17,2%.
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Aumento de la subocupación
Hablamos de subocupación para referirnos a personas que forman parte de la Población Económicamente Activa y que trabajan menos de 35 horas semanales. Es cierto que buena parte del mundo laboral está planteando la posibilidad de trabajar menos horas, reducir la jornada laboral y con eso favorecer un mejor equilibrio laboral-personal para el talento.
Pero, la población subocupada en el caso de Argentina representa un problema porque aunque no están desocupados, trabajan menos horas de las que se consideran necesarias para una jornada laboral completa y un volumen de ingresos suficiente.
Esto produce que las personas subocupadas busquen constantemente otros empleos para complementar el que tienen y con ello poder llegar al pleno empleo. Cuando esto pasa, el talento suele optar por trabajos temporarios, changas o empleo no calificado, con salarios mucho más bajos. Por lo general, se trata de trabajos informales sin la protección y prestaciones que ofrece el empleo registrado.
Costos de contratación elevados
Finalmente, debemos hablar de uno de los problemas del mercado laboral que más manifiestan las empresas y empleadores. Se trata de los costos de contratación que se consideran elevados. Esto mediante la presión en las cargas sociales.
Estas cargas se conforman con los aportes y contribuciones al Sistema Único de la Seguridad Social (SUSS). En este punto Argentina tiene la presión más alta de Latinoamérica, después de México. Mientras los aportes se descuentan del salario del trabajador, las contribuciones le corresponden al empleador por cada empleado registrado.
Así, las cargas se convirtieron en uno de los mayores temores para el 70% de las 500 mil pymes existentes en el país. Dado que estas se comportan como un impuesto demasiado elevado y muchas veces inviable para las empresas más pequeñas.
Esto genera que el estado actual del mercado laboral en Argentina esté atravesado por la informalidad. Es decir que crece la generación de puestos de trabajo, pero sin registrar, para evitar los altos costos que supone la contratación formal.
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Hoy vimos en detalle las cifras vinculadas al mercado laboral en Argentina. Pero los números son solo eso. Contar con este tipo de datos es valioso, sobre todo, para la toma de decisiones. Pero en Factorial estamos enfocados en las personas.
Ahora que conocés en detalle cómo es el estado actual del mercado laboral en Argentina, podés entender el contexto en el que se desarrolla tu empresa. Lo que te lleva a una mayor comprensión sobre lo que puede ser mejor para la calidad de vida de tus colaboradores.
Sin dudas, todo empieza por cumplir con las leyes laborales para garantizar el empleo registrado y los derechos laborales básicos de tus trabajadores.
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