Ocurrió en los primeros tiempos del nuevo milenio y en los últimos años se cree que el fenómeno cobró más fuerza. Hablamos de la fuga de cerebros en Argentina, un tema que ocupa las portadas de los principales medios de comunicación en el país. Pero, sobre todo, que preocupa a las empresas. ¿Existe alguna manera de evitarlo?
Hablar de Recursos Humanos también es hablar de la coyuntura en la que están inmersas las compañías y los trabajadores. No podemos negar que ciertos sucesos condicionan las formas de trabajo en las organizaciones.
Así, cuando hace algunos días hablamos del mercado laboral en Argentina fue inevitable hacer referencia a la situación económica del país. Porque el contexto define en cierta manera cómo crecen y se desarrollan las empresas y el talento.
Hoy vamos a analizar en profundidad en qué consiste este fenómeno, cuál es la situación actual en Argentina, cuáles son sus consecuencias y, por supuesto, compartiremos algunas estrategias para evitar la fuga de cerebros.
Tabla de contenidos
¿Qué es la fuga de cerebros?
La fuga de cerebros es un fenómeno que ocurre cuando las personas que tienen una importante formación académica emigran a otro país. Esto con el objetivo de buscar las oportunidades laborales y de desarrollo profesional que en su lugar de origen no consiguen.
Esta migración de capital humano a otras latitudes genera pérdida de competitividad en los países que la padecen. Sin duda, se trata de una de las más notorias consecuencias de la fuga de cerebros.
Por lo general, este fenómeno es un síntoma más de las crisis económicas, políticas y sociales o las dificultades de acceso al mercado laboral en un país.
Sin embargo, no siempre ocurre por estas razones. En ocasiones, los profesionales deciden radicarse en otro país por el simple deseo de explorar el mundo y aprender a vivir inmersos en otras costumbres y cultura. Estas motivaciones están más bien ligadas a la búsqueda de nuevas experiencias y enriquecimiento cultural.
De esta manera, la mejor forma de explicar qué es la fuga de cerebros es decir que se trata de la migración a otro país de personas cualificadas que se formaron dentro del territorio nacional.
Además, debemos tener en cuenta que también se habla de fuga de cerebros en las empresas. En estos casos el término más empleado es fuga de talento y se refiere al éxodo de empleados en busca de mejores oportunidades, ya sea al extranjero o a otras compañías.
En este último caso, así como ocurre con los países, las empresas que padecen la fuga de cerebros también pierden competitividad, ya que esto representa que el personal cualificado deja la compañía. Es decir, personas que aportan valor a la organización. Lo que repercute considerablemente en el rendimiento de estos negocios.
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Diagnóstico de la fuga de cerebros en Argentina
La situación es la siguiente: una voz en off en un video de 2019 de Deutsche Welle, servicio de difusión pública alemán, relata cómo una joven doctora en Ciencias Sociales argentina se prepara para migrar a Estados Unidos, donde consiguió una beca de estudios para continuar su especialización.
En el informe, la profesional explica que los recortes en Ciencia y Tecnología por parte del gobierno redujeron las convocatorias para el ingreso al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Por lo tanto, ella perdió la oportunidad de ingresar para seguir especializándose. Asimismo, al buscar trabajo sobre su especialidad no encontró ninguna vacante disponible.
Este es uno de los ejemplos que se pueden encontrar en internet acerca de la fuga de cerebros en Argentina. El caso sirve para entender que la problemática está presente desde hace varios años en el país, incluso antes de la pandemia. La crisis sanitaria no hizo más que profundizarla.
A principios de 2022, el diario RTS de Suiza dio a conocer que la fuga de cerebros en Argentina era inédita. De hecho, en la publicación se explicó que se trataría de una fuga de talento similar a la que se vivió tras la crisis económica de 2001. Una de las más duras que atravesó el país en lo que va del siglo XXI.
En el artículo también se indicó que unos 200 argentinos dejan el país a diario y que las encuestas revelan que el 82% de los jóvenes consultados se iría de Argentina si pudiera. Mientras que el 76% de estos señala que lo haría por la falta de proyección a futuro.
A nivel local, los medios de comunicación tienen posturas encontradas. En algunos se habla de éxodos masivos y en otros se asegura que las estadísticas reflejan otra cosa.
¿Qué tan cierta es la fuga de cerebros en Argentina? Las cifras oficiales
Una de las dificultades para poder analizar el fenómeno de la fuga de cerebros en Argentina es la escasa información estadística al respecto.
Según una investigación realizada a mediados de 2022 por el diario argentino Perfil, antes de septiembre del 2020, a los argentinos no se les preguntaba el motivo de su salida del país. Esto hace que no se pueda medir en detalle por qué emigraron las personas previo a ese periodo o identificar con precisión qué porcentaje de los que se fueron lo hicieron en busca de mejores oportunidades profesionales.
Sin embargo, el diario El Economista establece que la Dirección Nacional de Migraciones buscó en la base de datos a personas de entre 18 y 40 años que se hayan ido durante más de un año y no hayan vuelto. Primero se abordó el periodo 2016-2019. La información revela que se fueron, en promedio, 50 argentinos por día dentro de ese rango etario.
Por otro lado, siguiendo esa misma metodología, se analizó lo sucedido entre 2020 y 2021 y se encontró que dentro del mencionado rango etario durante ese periodo emigraron 18 personas por día.
Finalmente, se analizaron los primeros 9 meses de 2022 y se descubrió que, en promedio, emigraron 16 personas por día dentro de esas edades.
Sin embargo, también es importante decir que las cifras correspondientes a 2020 y 2021 pertenecen al periodo más restrictivo de la pandemia, donde la mayoría de los países habían cerrado sus fronteras y los vuelos estaban limitados. Por lo tanto, estos datos oficiales son relativos.
Encuestas sobre la fuga de cerebros en Argentina
Otra fuente de información que sirve para analizar cuál es la realidad sobre una determinada situación son las encuestas.
En este sentido, uno de los sondeos para hablar de la fuga de cerebros en Argentina es el de la fundación Colsecor. Esta preguntó a las personas qué probabilidad había de que se fueran del país si existiera la posibilidad. El 52% de todas las franjas etarias coincidió en que lo haría si tuviera oportunidades. Mientras que el 78% de los jóvenes de entre 15 y 24 años respondieron que definitivamente se irían.
Por otro lado, una encuesta realizada por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y la consultora Voices reveló que más de la mitad de los argentinos preferiría vivir en otro país. Entre los jóvenes de entre 16 y 24 años la cifra trepa al 70%.
También el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires realizó un relevamiento a estudiantes de quinto año de secundarias públicas y privadas. De allí se desprende que más del 68% de los jóvenes evalúa la posibilidad de buscar trabajo fuera del país una vez concluidos sus estudios. Un 56,34% también coincide en continuar estudiando pero en el extranjero.
En el otro extremo, una encuesta realizada por Bumeran y otros portales web de empleo, donde se consultó a los centennials en búsqueda activa de empleo si querían emigrar, solo el 5% de jóvenes argentinos aseguró que desearian hacerlo.
Así, podemos ver que la fuga de cerebros en Argentina es un tema instalado, del que se habla mucho, pero no podemos afirmar que las y los profesionales cualificados del país están emprendiendo un éxodo masivo.
Consecuencias de la fuga de cerebros
Más allá de lo que revelan las estadísticas o las encuestas, lo cierto es que la problemática en mayor o menor medida está presente en suelo argentino. Pero, ¿cuáles son las consecuencias de la fuga de cerebros?
Pérdida de capital humano de alto valor
Tanto para los países como para las empresas una de las consecuencias de la fuga de cerebros es la pérdida de capital humano de alto valor. Con ello nos referimos a perder a profesionales que pueden marcar una diferencia con su talento y, en definitiva, con su trabajo.
Por otro lado, en un país como Argentina donde la educación superior pública es la más utilizada para formarse y capacitarse, es decir, aquella financiada por el Estado, la fuga de cerebros representa perder el capital invertido en la formación de estos profesionales. Lo que representa una inversión sin retorno.
Para las empresas ocurre exactamente lo mismo. Ya que dedicar tiempo y recursos a capacitar y desarrollar al talento para que este se vaya luego a otra empresa es también una inversión que no brinda el retorno esperado. En tanto, ese trabajador aportará su talento a otra compañía, incluso, en la competencia.
Escasez de talento
En los últimos tiempos todos los países están afrontando esta realidad. Se trata de la escasez de talento. Cuesta cubrir roles clave dentro del mercado de trabajo y, por supuesto, esto se ve con claridad en lo que pasa en las empresas.
Concretamente en Argentina el 67% de los especialistas en Recursos Humanos asegura que es cada vez más difícil encontrar talentos adecuados.
Bajo rendimiento
Otra de las consecuencias de la fuga de cerebros es la pérdida de competitividad. Lo que sucede es que los trabajadores que están deciden emigrar o aquellos que desean hacerlo muchas veces están desmotivados y generan dentro de sus equipos un efecto de contagio.
Además, si los trabajadores son testigos de cómo sus compañeros van abandonando la empresa en busca de mejores oportunidades, esto también produce desmotivación en el equipo.
Todo ello repercute en una baja en la productividad y en el rendimiento. Por lo tanto, las empresas comienzan a perder competitividad en el mercado, lo que termina afectando al país.
Estrategias para evitar la fuga de cerebros
Hay mucho que se puede hacer en las empresas para prevenir todo esto que contamos antes. Es importante tener en cuenta que más allá de que una organización no pueda cambiar la situación de un país, puede transformar su cultura y sus procesos. Con ello, es posible mejorar la satisfacción de su gente y, con ello, acompañar mejor al talento cuando la coyuntura del país es un tanto compleja.
Lo que intentamos decir es que hay algunas estrategias para evitar la fuga de cerebros que podés comenzar a aplicar. Te contamos de cuáles se trata a continuación:
Escuchar a tus colaboradores
Antes de tomar cualquier decisión o aplicar cambios que luego no tengan el impacto esperado en el equipo, lo mejor es escuchar qué necesitan tus colaboradores. Es necesario partir de una evaluación que te brinde datos certeros sobre:
- Lo que pasa actualmente en tu empresa.
- Aquello que quieren las personas que forman parte de ella.
- Los problemas o dificultades con los que están lidiando.
- Eso que les gustaría cambiar y que haría que se queden.
Para poder dar con esta información podés usar encuestas y preguntar directamente a tu personal todas estas cuestiones. Otra posibilidad es hacer reuniones grupales o reuniones uno a uno con miembros clave del equipo que puedan darte un panorama completo. La escucha activa es fundamental para extraer información de valor en todo este proceso.
En este punto, contar con una herramienta de comunicación interna es esencial para poder mantener una interacción bidireccional con tus empleados y generar conversaciones relevantes que te aporten información de primera mano sobre sus expectativas.
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Construir un buen entorno laboral
Otra de las estrategias para evitar la fuga de cerebros se relaciona al clima o entorno de trabajo. Un artículo reciente de Forbes Argentina sostiene que el 52% del talento del país pensó en renunciar debido a la mala relación con su jefe.
Está claro que el líder de una organización es clave para el desarrollo de un clima laboral adecuado. Porque este ambiente es más que el espacio donde los colaboradores ejecutan sus tareas. Se refiere también al tipo de relaciones que generan los trabajadores entre sí.
De esta forma, si sienten miedo, angustia o estrés simplemente por ir a trabajar en un entorno hostil, tarde o temprano terminan yéndose.
Por ello, lo primero es fomentar un liderazgo humano y cercano, donde todos sean escuchados y valorados. Reconocer el desempeño y los logros que alcanza tu equipo es clave. También asegúrate de que la comunicación fluya adecuadamente.
Brindar oportunidades de desarrollo y crecimiento
Se habla mucho de esto, pero no todas las empresas tienen un sistema de promoción interna bien estructurado. Se trata de sistematizar el desarrollo del talento para que todos tengan la posibilidad de crecer en la compañía.
Teniendo en cuenta que una de las principales causas de la fuga de talento en Argentina es la búsqueda de mejores oportunidades de desarrollo profesional, es muy importante fomentar esas posibilidades dentro de tu empresa.
Además, tené en cuenta que poder progresar dentro de la organización es un incentivo para motivar a todo el equipo. Gracias a ello, también aumenta la productividad laboral y el rendimiento de tus colaboradores.
Una herramienta clave para establecer un sistema de promoción interna es la evaluación de desempeño. Gracias a esta podrás medir el rendimiento de tu equipo, saber cuáles son los resultados que alcanzaron y, con base en ello, planificar la movilidad del talento.
Ofrecer una retribución atractiva
El salario emocional en Argentina es muy valorado por la fuerza laboral. Por ello, la mejora de las políticas de beneficios para empleados es una tendencia en ascenso en el país. Sin embargo, esto no puede ir en detrimento del salario económico.
La remuneración sigue siendo uno de los principales factores por los que el talento elige un trabajo o decide quedarse en una empresa aunque tenga otras posibilidades.
Por lo tanto, las organizaciones deben ofrecer una retribución económica atractiva e incorporar otros beneficios no económicos que sean relevantes para su personal.
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Está claro que no hay una fórmula que funcione para todas las empresas por igual. Las estrategias que compartimos antes pueden ayudarte a evitar la fuga de cerebros, en la medida en las adaptes a la realidad específica de tu compañía.
Más allá de esto, el punto más importante en la prevención de este fenómeno es brindar un verdadero acompañamiento al talento. Sobre todo en un contexto incierto, en el que la crisis genera ansiedad y estrés en el personal. Es ahí cuando más certezas necesitan de parte de sus líderes.
Pero está claro que todo esto lleva tiempo. Estar para el talento requiere dedicación. En este punto es cuando el software de Recursos Humanos de Factorial puede convertirse en un aliado clave.
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