¿Situación coyuntural, nuevo fenómeno laboral o síntoma de las necesidades actuales del talento? ¿Qué es la gran renuncia? Y ¿qué tan instalada está en Argentina?
Se habla de récords históricos en cuanto a trabajadores que dejaron sus empleos en todo el mundo. Inició en 2021, se profundizó en 2022 y ahora en 2023 muchos se preguntan qué pasará con este fenómeno.
Hablamos de lo que se conoce como la gran renuncia, un suceso que viene afectando el mundo del trabajo y una razón más para repensar la vida del talento en las organizaciones. ¿Cuáles son las estrategias para evitarla en tu empresa?
Para responder esta y otras cuestiones, en este artículo vamos a analizar detalladamente cuál es el fenómeno de la gran renuncia, cuál es el impacto que esto tiene en la Argentina y qué prácticas podés adoptar para prevenirla. ¡Seguí leyendo!
Tabla de contenidos
¿Qué es el fenómeno de la gran renuncia?
El 2020 representó un antes y un después en el mundo laboral. Las empresas y trabajadores ya no son los mismos, tienen nuevas necesidades y exigencias. La gran renuncia es un fenómeno que surgió a partir de esta nueva configuración en las organizaciones.
Se trata de un fenómeno social conocido en inglés como The great resignation o The big quit. Este es un concepto definido por primera vez por el académico estadounidense Anthony Klotz, quien pronosticó, bajo este término, el éxodo masivo o gran renuncia de empleados de trabajos y profesiones que ya no querían seguir sosteniendo.
Así, esta predicción se concretó. En principio, en Estados Unidos a inicios del 2021. En aquel entonces, millones de empleados decidieron dejar sus trabajos, produciendo con ello una ola de renuncias masivas en todo el país. Precisamente, esto coincidió con la vuelta a la oficina tras el fin de las medidas más restrictivas asociadas al confinamiento por la pandemia.
De esta forma, la gran renuncia es un patrón de comportamiento que consiste en la renuncia en masa de la fuerza laboral, en un momento determinado en un país.
Si bien el término se originó en Estados Unidos, donde aproximadamente 47 millones de personas renunciaron a sus trabajos en 2021, poco a poco el fenómeno fue trascendiendo fronteras. Así, arribó a Europa donde también las personas renunciaron en masa y luego comenzó a hablarse de su presencia en Latinoamérica.
En el caso de la gran renuncia en Argentina ¿podemos decir que realmente llegó a presentarse este fenómeno?
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La gran renuncia en Argentina
¿Qué tan cierto es que la gran renuncia en Argentina ocurrió o puede llegar a ocurrir? ¿En dónde estamos con respecto a este tema? Como todo fenómeno global, la gran renuncia también se hizo presente en el país.
Fue a partir de la pandemia que muchos comenzaron a repensar su relación con el trabajo. Así, surgió la necesidad de encontrar un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal, la búsqueda de una mayor flexibilidad laboral y, por supuesto, la renuncia en caso de no encontrar satisfechas estas nuevas necesidades.
Bajo estos términos, de acuerdo con Forbes, la gran renuncia en Argentina tuvo su pico máximo en febrero de 2021 cuando el éxodo laboral alcanzó el 67%. A inicios del 2022 el fenómeno seguía en niveles significativamente altos, en torno al 64% y a lo largo del año hubo oscilaciones mes a mes entre el 30% y el 60%.
También en 2022 un informe de Randstad reflejaba que un 33% de los trabajadores argentinos tenía intención de cambiar de empleador. Una cifra ligeramente superior a la registrada durante 2021 (30%), mostrando la tendencia de la gran renuncia en alza.
Otro estudio realizado por Ghidini Rodil y el IAE Business School reveló que actualmente, el 66% de los trabajadores argentinos está abierto a otras propuestas laborales.
Aunque debemos aclarar algo: la intención de renunciar no equivale a dejar efectivamente el empleo. Por lo tanto, no sería un indicador específico para medir la gran renuncia, sino un indicador de la insatisfacción del talento. Precisamente, la base del fenómeno.
Entonces, podemos decir que a nivel local la gran renuncia no tuvo el mismo impacto, debido a la realidad económica. Lo que sí se produjo fueron índices de rotación más altos que lo habitual, en torno al 46%.
¿Por qué se produce la gran renuncia?
Aunque en cada país puedan presentarse distintas razones que expliquen la gran renuncia, lo cierto es que como fenómeno social global, se suele presentar por características que todos los mercados laborales tienen en común.
Uno de esos puntos en común fue la pandemia. La crisis sanitaria a partir del coronavirus le dio a las personas mayor claridad respecto a sus objetivos laborales y personales. Eso repercutió directamente en la valoración de sus empleos y en la necesidad de un cambio en este aspecto.
Así, lo que pasó fue que tras atravesar una crisis tan grande a escala global, el talento comenzó a experimentar una mayor resiliencia y, con ello, el empoderamiento.
Esto impulsó el incremento de turnover en las compañías. En tanto, la fuerza laboral se mostró más abierta a tomar riesgos para alcanzar el trabajo deseado. Una ocupación qué esté más alineada a sus valores, propósito personal y, sobre todo, que les permita lograr un mayor equilibrio entre su vida laboral y personal.
El propio Klotz pronosticó este fenómeno explicándolo de este modo: “Se avecina la gran renuncia (…) las cifras se multiplican por las epifanías relacionadas con la pandemia. El tiempo en familia, el trabajo a distancia, los desplazamientos, los proyectos pasionales, la vida y la muerte, y lo que todo ello significa, impactaron en la gente y pueden hacer que finalmente le den la espalda a la rutina de la oficina de 9 a 5”.
Así, la causa principal que dio origen al fenómeno de la gran renuncia fue todo lo vivido por las personas en la pandemia. Esto ocasionó un cambio de foco y el replanteo general de cómo vivir de ahora en adelante.
Sin embargo, a esto debemos añadir otros factores que lo impulsaron y que se relacionan con las prácticas instaladas en las organizaciones.
Desgaste y estrés laboral
De acuerdo con el informe creado por Ghidini Rodil y el IAE Business School 4 de cada 10 personas en Argentina trabajan más de 8 horas diarias. A su vez, 1 de cada 3 empleados no respeta su horario de salida del trabajo, ni su horario de almuerzo.
Pero, no hay dudas de que la estadística que mejor refleja el nivel de estrés y sobrecarga que viven los trabajadores argentinos es aquella que revela que un 86% padece el síndrome de burnout. Esto sitúa al país en el primer lugar en la región. En otras palabras, los argentinos son las personas más “quemadas” en Latam.
Por supuesto que estos índices se dispararon a partir de la pandemia y, en gran medida, contribuyeron a que los trabajadores decidan renunciar.
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Nuevas modalidades laborales
Otra de las razones que impulsó el fenómeno de la gran renuncia en Argentina fue las nuevas modalidades laborales que surgieron a partir de la pandemia. Las empresas tuvieron que acelerar el proceso de transformación digital para seguir operando y, con ello, surgieron esquemas de trabajo más flexibles.
El trabajo remoto o el trabajo híbrido abrieron una ventana enorme de posibilidades, tanto para las organizaciones como para los empleados. Así, muchos entendieron que podían ser productivos sin necesidad de estar de 9 a 5 en la oficina.
En el momento en que las restricciones cesaron y tocó regresar a las empresas, muchos trabajadores dijeron “no”. En aquellas organizaciones donde no hubo lugar para negociar, simplemente se produjeron renuncias.
Mal ambiente laboral
¿Sabías que el 52% de los argentinos pensó en renunciar a un trabajo por la mala relación que tienen o tenían con su jefe o jefa? Esto reveló una encuesta reciente del portal de empleo Bumeran. En el mismo estudio se identificó que otro de los motivos por los que el talento está pensando en renunciar es trabajar en un mal ambiente.
El clima laboral puede ser tan importante que en Argentina está considerado como uno de los principales aspectos de fidelización del talento. Por lo tanto, la cultura tóxica en muchas empresas hizo que los trabajadores abandonaran su empleo.
Estrategias para evitar la gran renuncia en tu empresa
Conocer algunas de las causas de la gran renuncia es vital para entender cómo se produce este fenómeno y poder prevenirlo. De hecho, esta es una de las principales estrategias para evitarla en tu empresa.
Sin embargo, hay muchas otras prácticas que podés implementar para crear entornos de trabajo donde las personas quieran quedarse. Te compartimos algunas de ellas:
Evaluar la situación actual
Como vimos, la gran renuncia va más allá de una situación coyuntural. Es decir, no se relaciona solo con un fenómeno global de toma de conciencia por parte del talento. También está vinculada a las prácticas inadecuadas que se instalan en los espacios de trabajo.
Por ello, una de las estrategias para evitarla en tu empresa consiste en analizar el estado general de los Recursos Humanos de tu compañía. Esto implica revisar desde las condiciones laborales que actualmente ofreces a tu personal, hasta los procesos, distribución de tareas y las oportunidades de desarrollo y crecimiento.
Está claro que el fenómeno de la gran renuncia en Argentina no tuvo el mismo impacto que en otros países, pero eso no quita que la tasa de turnover en las empresas esté en sus niveles más altos. Por ello, una revisión de todo lo que se vincula al personal es esencial para detectar oportunidades de mejora.
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Mejorar las condiciones laborales
Sin duda, uno de los aspectos que más se destaca en el fenómeno de la gran renuncia es la búsqueda de mejores condiciones laborales. Sobre todo, porque los trabajadores ahora pueden ampararse en el trabajo remoto, donde muchas veces se consiguen mejores salarios, horarios flexibles y mayores beneficios.
De acuerdo con los analistas, una forma de evitar la gran renuncia en las empresas es renegociando las condiciones de trabajo con los empleados. Esto implica sentarse a revisar la forma en que los colaboradores quieren trabajar y el tipo de compensación que esperan por ello. Básicamente, preguntarles qué es lo que funcionaria hoy para ellos.
Es importante señalar en este punto que una de las razones por las que los trabajadores argentinos aseguran querer renunciar a sus trabajos es por los bajos salarios. Sumado a esto, el contexto económico del país hace que el 45% del talento esté dispuesto a cambiar de empleo en caso de que les ofrezcan un incremento salarial que les ayude a minimizar el impacto de la inflación en sus ingresos.
Por esto, en el caso de la gran renuncia en Argentina ofrecer salarios y beneficios competitivos puede ser un diferencial que motive a los trabajadores a quedarse en la empresa.
Promover un buen clima laboral
Como ya dijimos algunos párrafos atrás, el mal clima laboral fue uno de los desencadenantes de la gran renuncia a escala global. Pero también es uno de los factores más señalados en las renuncias en Argentina.
Debido a eso es clave promover:
- Entornos laborales saludables.
- Ambientes de trabajo donde se fomenten relaciones interpersonales positivas.
- Espacios laborales en los que se promueva una buena comunicación y la cooperación entre los distintos miembros de la empresa.
Algo intangible como el clima o ambiente de trabajo puede ser difícil de gestionar. Para ello, hay recursos como las encuestas, reuniones uno a uno y principalmente una adecuada comunicación interna. Así, todas las personas de la organización pueden tener su espacio para manifestar cómo se sienten dentro de la empresa y qué mejorarían.
Hablar de estos temas a tiempo puede ayudar a que un trabajador que está pensando en irse decida quedarse. Por eso es clave no subestimar el poder que un buen clima de trabajo puede tener sobre la retención de talento.
Favorecer un buen balance vida-trabajo
Otra de las estrategias para evitar la gran renuncia se relaciona a las prácticas que puede implementar la empresa para favorecer un buen balance vida-trabajo para el talento.
Este concepto que hoy se suele mencionar también como work and life balance se basa en las políticas y programas que las empresas proponen para que sus empleados logren un adecuado equilibrio entre su trabajo y su vida personal.
Si querés favorecer un buen balance entre el tiempo que los trabajadores dedican a su empleo y a su vida privada, tenés que asumir un rol activo. Algunas alternativas pueden ser:
- Flexibilidad laboral. Poder ofrecer una modalidad de trabajo a medida es el ideal al que toda compañía debería aspirar actualmente. Esto es, la posibilidad de que el empleado elija dónde, en qué momento y cuánto trabajar. Sin embargo, está claro que no siempre es fácil de implementar. Por ello, es necesario evaluar las opciones que tiene tu empresa y, con base en ello, definir qué esquemas se pueden brindar.
- Jornada laboral bien delimitada. Saber cuándo empieza y cuándo termina la jornada laboral es clave para organizar el día y la vida familiar. Por ello es importante tener una jornada de trabajo perfectamente delimitada, aunque la empresa ofrezca horario flexible. Esto implica crear y respetar el tiempo de desconexión de los empleados.
- Permisos para compromisos personales. Al implementar esquemas de trabajo flexibles los permisos para compromisos personales ya no son tan necesarios. Sin embargo, siempre pueden presentarse eventualidades y contratiempos. Por ello, ser una empresa flexible implica considerar estas circunstancias y poder adaptarse a ellas.
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Apoyar el desarrollo profesional del talento
Según la encuesta realizada por Ghidini Rodil y el IAE Business School, el principal motivo por el que las personas trabajan es la autorrealización. Claro que en el país la situación económica impone la necesidad de tener un salario que no pierda valor. Pero, más allá de esta urgencia financiera o monetaria el estudio afirma que la gente necesita el dinero, pero no trabaja por él.
Lo que moviliza al talento a dar lo máximo en su trabajo es la autorrealización personal. ¿Cómo apoyar a tus trabajadores en este sentido? A través del desarrollo profesional.
Resulta ser que una de las formas de alcanzar la autorrealización consiste en el fortalecimiento de las capacidades, aprendizaje de nuevos conocimientos y el desarrollo de nuevas habilidades.
Todo esto lo podés favorecer mediante un plan de capacitación continuo en la empresa. Esta puede ser una excelente forma de retener al personal y evitar el efecto de la gran renuncia en tu empresa.
Brindar oportunidades de crecimiento
Poder tener una proyección clara en la compañía puede ayudar a mejorar la tasa de retención del talento. Esto implica darles una visión de futuro en la empresa, un camino claro a recorrer para desarrollarse y crecer.
Asimismo, la promoción interna favorece la seguridad laboral. Algo clave en estos momentos, donde al 75% de los trabajadores en Argentina le preocupa el impacto de la incertidumbre económica en su futuro laboral.
Por lo tanto, tener un plan de carrera y la previsión de que podrán crecer en la compañía puede darles mayor confianza en su empleo. Asimismo, funciona como una motivación extra para rendir más y mejor y quedarse por más tiempo en la organización.
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La gran renuncia produjo un cambio de paradigma en la forma en que las empresas se esfuerzan para retener a sus empleados. Esto hace que las organizaciones y, sobre todo, el área de Recursos Humanos deba diversificar aún más su actividad. Sumando nuevas tareas a todas las que ya realizaban.
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